“’No estamos en un punto final, esto es un punto de partida que empieza mañana’. Con el rostro sereno y la voz tranquila, Giorgia Meloni se dirigía a los italianos a las 3 de la madrugada del lunes. Ni rastro quedaba de la exaltación que ha definido sus discursos, a pesar de que los resultados preliminares de los comicios legislativos acababan de dar a su partido de extrema derecha, Hermanos de Italia, la aplastante victoria que tanto tiempo llevaba anticipándose”.
Así reflejó el diario “El Español”, que cubrió las elecciones en Italia, las palabras de Meloni cuando se confirmó su ventaja sobre el resto de las formaciones políticas que participaron de unas elecciones que sacudieron a Italia y a Europa.
Las preocupaciones sobre qué hará Meloni cuando llegue al cargo de primera ministra, como todo indica que pasará, se asientan en el lema que supo defender: “Dios, patria y familia”, el lema fascista con el que la líder de Hermanos de Italia ha conseguido revivir los valores de la derecha radical italiana y aplastar en las urnas a la coalición de centroizquierda.
Aunque ella haya tratado de moderar su perfil y presentarse como una conservadora que no amenazará la estabilidad ni el sistema, algunos de sus aliados preocupan, y mucho más quienes le acercaron felicitacioens, como en el caso de la agrupación de la derecha alemana AfD, el de la propia nieta de Benito Mussolini, que le escribió: “Eres mi ejemplo, te admiro y te respeto”
Rachele Mussolini es nieta del dictador italiano, el padre del fascismo, ejecutado en una plaza de un pueblo de Italia, junto a su amante, cuyo cuerpo fue vejado y dejado para escarnio público durante días.
“A pesar de mi apellido, soy una mujer moderna y de mente muy abierta”, declaró una emocionada Rachele, en un mensaje en Facebook. Ella fue la edil más votada en el ayuntamiento de Roma en las elecciones de 2016 con Hermanos de Italia, ha arropado a Meloni tras su victoria.
La líder de Hermanos de Italia, un partido nacido de los rescoldos del posfascismo, ha ganado las elecciones en Italia muy por delante de sus socios de investidura, la Liga de Matteo Salvini y la Forza Italia de Silvio Berlusconi.